“Conjunto de actividades que aportan valor al Cliente y/o a la Organización”. Es una forma sencilla de definir que es un Proceso.
Sin embargo, su aplicación efectiva no siempre es sencilla.
Entre los principales errores
- No distinguir entre proceso y actividad
- No identificar un conjunto de actividades
- No establecer el “valor” que puede aportar
- Procesos obsoletos o que no reflejan la realidad en la gestión de la Empresa
- Descripciones ambiguas que generan mayor inestabilidad y por lo tanto fallos
- No detectar el uso inadecuado de los recursos.
- Etc.
Disponer de un mapa de procesos adecuado, correctamente definidos y gestionados, marcará la diferencia competitiva de la Empresa frente a sus adversarios