Los cambios que se producen en el entorno a la Empresa (innovación, competencia, nuevos productos, etc), requiere de una adaptación de la Empresa para poder continuar teniendo éxito y asegurar su futuro a medio y largo plazo.
Sin embargo, esta adaptación al entorno cambiante no es paralela a los cambios internos de la Empresa, que se refleja habitualmente en pérdida de competitividad, de mercado y finalmente la Empresa se enfrenta a un escenario sombrío e incierto.
La clave es adaptase lo antes posible al entorno para mantener las posiciones competitivas de la empresa.
El primer paso, es establecer una dirección estratégica, que requerirá una reorganización o restructuración de la empresa, afectado al organigrama, roles asignados, funciones, controles de gestión y comunicación.